Taller de Técnica Presence

Sábado 11 de noviembre

Impartido por Olga Álvarez Cía. La Taimada
Taller de Técnica Presence
Horario: de 11:30 a 13:00 h.
Precio: 20 €

Inscripciones

En Entradium y en Zig Zag Danza / Telf. 985391133 / info@zigzagdanza.com

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Duración del taller: 1 hora y media.

Horario: 11:30 a 13:00 horas.

Actividad complementaria a la función «Filia et Fobia & La mort«

Actividad programada en el marco del XXI Circuito de la RED de Teatros Alternativos

La TÉCNICA PRESENCE busca la conciencia del gesto y del movimiento. Es una técnica para profundizar en la Presencia Escénica, para saber cómo utilizamos nuestro cuerpo, y como lo proyectamos.

Es una técnica corporal que profundiza en la exploración y el autoconocimiento del cuerpo y de su movilidad.

¿Qué conseguimos con la técnica Presence?

En los talleres espoleamos la conciencia para ponerla al servicio de un cuerpo libre. Trabajamos mucho la observación inmediata de nuestro cuerpo, de cada gesto, del movimiento en sí mismo, de las decisiones instintivas, y de las direcciones que tomamos por el espacio, con cada milímetro de nuestra piel. Y lo hacemos con propuestas que buscan el placer de movernos, porque queremos liberar el cuerpo de las tensiones del día a día, de las molestias reincidentes; y porque queremos un movimiento respetuoso con las lesiones físicas, un movimiento que afloje el dolor, en vez de presionarlo.

CÓMO

Trabajamos con ejercicios guiados. Ejercicios muy sencillos, fáciles de transmitir, y muy agradable y placenteros para el cuerpo. Son ejercicios que se acercan al Shiatsu, a las caricias, a los masajes, a la técnica Alexander y a la técnica de Skinner Releasing entre otros. Estos ejercicios nos relajan la mente y la musculatura con masajes, con movimientos sutiles, con indicaciones suaves que nos producen bienestar, o con fórmulas más catárticas, o más fuertes, que nos ayuden a sostener parte de nuestra estructura, para que podamos aflojar las tensiones físicas y emocionales que se instalan en el día a día, sin darnos cuenta .

Las manipulaciones que nos ofrece la pareja que nos está guiando, nos ayuda a sentir el cuerpo como una unidad. Pero no como un bloque, sino como una unidad que se despliega multidireccionalmente.

TRABAJAMOS CON LA CONCIENCIA Y CON El INSTINTO

Con estos ejercicios llegamos a contemplarnos instintivamente, y educamos nuestra conciencia a quedar en segundo término, como un mero espectador de nosotros mismos moviéndonos instintivamente.

Es así como conseguimos liberar nuestra movilidad más íntima, la más visceral, y así renunciamos a los razonamientos innecesarios, a los miedos, a los bloqueos que nacen de los miedos, de los deseos, de las voluntades pregonas, de los prejuicios y de las imposiciones.

Con esto conseguimos dos cosas importantes; de una parte evitamos el juicio y en consecuencia también los prejuicios, que nos inhabilitan antes de saber si aquello proyectado es posible.

Y por la otra, nos beneficiamos de una propiedad intrínseca de nuestro cuerpo, la posibilidad de percibir todo el conjunto, en vez de la suma de las partes.

Nuestro cuerpo es polimorfo, adopta muchas formas dentro de una estructura que se desarrolla en el tiempo y en el espacio.

Pero la Técnica Presence no contempla el movimiento como una secuencia de estas formas o imágenes, sino que busca sentir la presencia intrínseca de cada gesto y de cada acción, y se ocupa con la percepción del movimiento del cuerpo, a través de las direcciones.

RESUMIENDO:

La técnica Presence no mira con los ojos, no obtiene imágenes para entender el movimiento, sino que desarrolla un sentido interno parecido a la propiocepción, pero mucho más incidente al desarrollar el sentido de la Presencia. Y es desde esta sensibilidad, educada por el masaje y por el acompañamiento que nos ofrecen, que adquirimos el poder de sentirnos presentes en un lugar y con una forma, tomando unas decisiones y unas direcciones que nos ayudan a movernos. De este modo, podemos cartografiarnos internamente mientras nos movemos, bailamos o interactuamos con los demás, para tener una clara conciencia del peso de nuestra presencia.